- ¿Cómo está la educación en España? Se ha hablado mucho del último informe PISA: es verdad que ahora estamos en la media de la OCDE, pero los resultados de los alumnos españoles han bajado y son pobres.
- Hay varias comparativas internacionales. La que más se conoce es PISA, pero tenemos otras dos: PIRLS y TIMMS, que para mí son importantes porque evalúan a estudiantes de primaria y podemos entender cómo es su rendimiento comparado con otros países en los mismos dominios: comprensión lectora, ciencia y matemáticas. Son complementarios a PISA, que da información sobre el grado de formación que tienen los estudiantes cuando acaban la etapa obligatoria. Según estas tres comparativas, España tiene un nivel menor de rendimiento a lo largo de todos los ciclos. En PISA, ya desde el año 2000 muestra un bajo nivel. Hubo una pequeña mejora en el ciclo de 2015 en todas las evaluaciones internacionales, que coincide con la implementación de la LOMCE, pero, cuando se frena la implementación, los resultados vuelven a empeorar. La cuestión es por qué España tiene ese bajo nivel, tanto en primaria como al finalizar secundaria; y por qué, en ambas etapas, nuestros estudiantes tienen un nivel de rendimiento particularmente bajo en matemáticas.
- ¿La pandemia ha afectado a los últimos resultados o hay otros problemas?
- Desde el primer informe PISA del año 2000 no hemos mejorado, con la excepción de la mejora puntual en 2015. La conclusión que sacaría es que hay un bajo nivel de rendimiento en relación a la OCDE y a la UE; y, además, estancamiento a lo largo del tiempo. Creo que tiene que ver con el modelo educativo, que es el que hemos tenido desde la aprobación de la LOGSE en 1990, y que los resultados demuestran que es fallido. No estoy dando una opinión personal porque a mí me guste más o menos ese modelo: los resultados de todas las comparativas internacionales demuestran que el nivel de rendimiento de nuestros alumnos es bajo. Hay una excusa que se suele poner, y es que España iba muy retrasada históricamente y que estamos mejorando, pero que todavía queda tiempo para alcanzar el nivel de otros países europeos. Esa explicación es rotundamente falsa porque estamos estancados desde hace 20 años. No hay ningún proceso de convergencia con el resto de países europeos o de la OCDE.
- ¿Cuál sería entonces el motivo?
- Hay una circunstancia que explica por qué se ha diseñado así el modelo, y también por qué es un modelo fallido: desde 1990, cuando se aprueba la LOGSE por un gobierno socialista, se decidió que se iba a apostar por la equidad y se desarrolló un modelo basado en evitar todo tipo de diferenciación que se pudiera considerar una discriminación. En educación, siempre se habla de dos dimensiones: equidad y calidad, que tienden a contraponerse como si hubiese que elegir entre la una y la otra. Eso no es así: hay muchos países que mejoran en calidad y en equidad simultáneamente. Pero aquí hubo una interpretación errónea, que en la práctica implica que nuestros estudiantes, desde primaria hasta finales de la ESO, siguen todos un mismo currículum, en una misma clase, con un mismo profesor. No tenemos evaluaciones, con lo cual no podemos identificar a los alumnos que van rezagados. Sabemos, por los pocos datos nacionales que tenemos y por todas las comparativas internacionales, que los estudiantes de entornos desfavorecidos empiezan desde un punto de partida más difícil. Por lo tanto, necesitarían medidas compensatorias que no se les dan, porque se entiende equivocadamente que la equidad significa que hay que dar a todos el mismo tratamiento.
- España es uno de los países con más alumnos que repiten curso.
- Lo que ocurre con esos estudiantes que comienzan la educación obligatoria con un punto de partida desfavorable es que, al no haber evaluaciones, no hay ninguna métrica objetiva que sirva para valorar hasta qué punto están rezagados respecto al resto de los alumnos, más allá de la percepción del profesor. Curso tras curso, al no haber medidas compensatorias, quedan cada vez más rezagados hasta que empiezan a repetir curso, que es una opción muy ineficaz y costosa. Pero el problema no es que en España haya una alta repetición de curso y haya que prohibirla, que es prácticamente lo que ha hecho la LOMLOE [Ley Orgánica de 2020], sino que hay alumnos que están tan rezagados que ya no siguen nada de lo que el profesor enseña. La solución que se ha dado es dejar la repetición solo para casos muy excepcionales. Se trata de un grave error. La solución pasa por conseguir que todos los estudiantes alcancen un mínimo nivel, no por ignorar el retraso que algunos alumnos van acumulando. Por tanto, la solución es instaurar medidas compensatorias en primaria para que esos alumnos que empiezan con un punto de partida diferente puedan ponerse al nivel del resto. Esa idea de que todo tiene que ser uniforme, toda esa rigidez que se impuso desde primero de primaria hasta finales de la ESO, es única en España. No hay prácticamente ningún país que en la primera etapa de secundaria no permita elegir asignaturas optativas, o no permita dividir a los alumnos en grupos según su rendimiento.
- Además de repetir curso, hay un problema de abandono escolar.
- Los estudiantes que repiten curso tienden a abandonar los estudios cuando cumplen 16 años. Tenemos una tasa de abandono educativo altísima: el único país de la UE que tiene una tasa un poco mayor que España de abandono educativo temprano es Rumanía. Eso es un fallo enorme del sistema educativo y deja abandonado a un porcentaje enorme de alumnos, que salen sin haber tenido la preparación necesaria ni para lograr un empleo de calidad, ni para integrarse en una sociedad democrática compleja. Por lo tanto, ese modelo ha fallado en calidad, pero sobre todo ha fallado en equidad. Desde el momento en que tenemos una tasa tan elevada de abandono educativo temprano, ese es el factor más dañino desde el punto de vista de la equidad. Por tanto, el objetivo que se perseguía en teoría no se ha conseguido en absoluto.
- Porque el abandono afecta desproporcionadamente a las clases menos favorecidas.
- Sí. Prácticamente, todos son estudiantes que vienen de entornos desfavorecidos e inmigrantes. Y se considera muy discriminatorio tener grupos de acuerdo al nivel de rendimiento. Pero, ¿por qué? Si al final lo terrible es que tengamos esta tasa de abandono educativo temprano. No debemos buscar la igualdad de resultados mediante la rebaja de los estándares, que es el modelo que ha prevalecido en España. Lo que sí hay que buscar es que cada alumno desarrolle al máximo su potencial, minimizando el efecto de aquellos factores que sabemos que disminuyen el rendimiento.
- Otro problema estructural que tenemos es el altísimo paro juvenil.
- Claro, está relacionado. Cuando yo entré en la Secretaría de Estado [2012], teníamos cerca del 30% de abandono educativo temprano, y aun así se definía de forma muy generalizada el sistema educativo español como un sistema equitativo. Siempre estuve en desacuerdo con esa conclusión. Como abandonan el sistema educativo con un nivel de formación mínimo, no tienen conocimientos ni habilidades para desenvolverse. Hasta que no solucionemos todos los problemas del sistema educativo, no podremos solucionar el problema del paro juvenil. Se entendía que la uniformidad iba a llevar a la equidad, pero unas cosas son las buenas intenciones y otra cosa es lo que luego ocurre.
- La Formación Profesional (FP) está recibiendo cada vez más gente. Pero el problema del paro juvenil sigue ahí, y también hay jóvenes que acaban la FP y les pasa lo mismo que en la Universidad, que en muchos casos no encuentran trabajo en lo suyo.
- La idea utópica es que todo el mundo acabe en la Universidad y todo el mundo tenga los beneficios de haber pasado por todas las etapas del sistema educativo, incluso las más altas. Es un espejismo. Nuestra Universidad no está generando los retornos positivos para aquellos que consiguen un título universitario, similares a los que se alcanzan en otros países en términos de empleabilidad, pero el problema más serio es que tenemos un nivel elevado de sobrecualificación, que significa que muchos titulados universitarios aceptan puestos de trabajo de baja calidad. Esto ocurre en parte porque los estudiantes eligen campos de estudio que no demanda el mercado laboral y en parte por la baja calidad de la formación. En el caso de la FP, hay una enorme variación, pero ya hay algunos sectores donde la empleabilidad de la FP es mucho más elevada que la de los titulados universitarios. ¿Cuál es el problema con la FP en España? Que todavía tiene muy, muy poco tiempo dedicado a prácticas en la empresa. Hasta que no se pongan en marcha los incentivos adecuados para las empresas, seguiremos arrastrando esta deficiencia.
- Hay mucho debate con las pantallas en los colegios. Pero las pantallas de las que hablamos ahora no son las mismas de las de hace 15 o 20 años, porque antes se entendía que las pantallas eran para leer, eran un acceso a una biblioteca universal. Y ahora entramos para actualizar nuestro perfil.
- En España, cuando ha habido un esfuerzo por integrar la tecnología en el ámbito educativo, lo que se ha hecho es comprar ordenadores, y no se ha prestado ninguna atención a la formación del profesorado y en poder utilizar esa tecnología para mejorar el aprendizaje. Con lo cual el resultado ha sido que se ha empeorado el aprendizaje, porque los alumnos se han distraído con su ordenador. El caso opuesto a España es Inglaterra. Inglaterra es uno de los países que cerró los colegios durante más tiempo en la pandemia, pero tenía integrada la tecnología en el aula de una forma mucho más avanzada, incluyendo la preparación de los profesores. Es increíble que, habiendo cerrado tanto tiempo, sus resultados en muchas comparativas sean mejores que en la mayoría de países. Lo que hicieron fue evaluar a todos los alumnos con sus propias evaluaciones, identificar a los rezagados y desarrollar un sistema de tutorías para ayudarlos.
- ¿Le parece bien prohibir los móviles en las aulas?
- Sí, yo estoy de acuerdo con controlar más el uso que los alumnos hacen de la tecnología, a no ser que el profesor considere que hay algún ejercicio que se tiene que hacer con el móvil. Pero que un alumno en clase, en vez de estar atento al profesor, esté pendiente de lo que le entra en el móvil, eso no creo que sea adecuado. De todos modos, con la tecnología creamos hace unos años la falacia de que era la solución a todos los problemas, y ahora la estamos demonizando de una forma que tampoco tiene sentido. Los alumnos aprenden muchas cosas y se comunican a través de la tecnología. Si sacas la tecnología completamente de las aulas, estás creando una separación entre esos dos mundos que pienso que no es buena. En el colegio se puede hacer una labor para ayudar a los alumnos a hacer buen uso de la tecnología.
- ¿Hay poca ambición por mejorar, para que haya menos alumnos rezagados y también más alumnos excelentes?
- En España, cuando preguntas qué vamos a hacer para mejorar, esa ambición en general no existe. Sí, tenemos cada tres años los titulares de PISA, o los titulares de TIMSS y PIRLS, denunciando lo mal que vamos. Pero luego no pasa nada. Ni siquiera Singapur, que obtiene los mejores resultados en todas las comparativas internacionales, considera que haya llegado al techo y que ya se pueda quedar tranquilo. Siempre están intentando mejorar. Esa es la experiencia que yo tuve como becaria pre y post-Doctoral en la Universidad de Cambridge, donde me hacían una evaluación individual cada año, como a todos los miembros del departamento, y estuve 10 años. Y es la experiencia que luego he tenido viajando como representante de la OCDE a países como Singapur, donde te detallan todos sus planes para continuar mejorando. ¿Por qué nosotros nos quedamos satisfechos con un nivel mediocre y que se ha quedado estancado desde hace décadas? Como ya no se repite curso y se anima a los profesores a poner notas excelentes, tenemos una situación muy buena según el nivel de notas de los profesores, y el Gobierno no para de felicitarse por ello; pero, según las comparativas internacionales, tenemos la peor situación histórica desde que las estamos haciendo. Ya no sé ni cómo calificarlo…
- ¿Hacen falta más evaluaciones para no tener solo un dato puntual como el de PISA, que cambia cada tres años y de unas regiones a otras?
- En España tenemos 17 comunidades autónomas, y hay tantas diferencias entre ellas que las que quedan mejor situadas, como Castilla y León, están al nivel de los países europeos con mejor rendimiento, mientras que otras comunidades tienen un nivel de rendimiento lamentable. Y luego tenemos dos comunidades que tenían buen nivel, que eran Cataluña y País Vasco, y han caído en los últimos ciclos de forma escandalosa. ¿Por qué no tenemos evaluaciones nacionales? ¿Por qué no nos planteamos nuestros propios objetivos? ¿Por qué no decidimos lo ambiciosos que queremos ser? Cada profesor conoce solo su clase: lo único que puede comparar es a los alumnos de su clase o, como mucho, de su colegio, pero nunca va a poder compararse con otras comunidades autónomas. Y, hasta que llega PISA, no puede compararse con otros países para establecer objetivos de mejora. En España tenemos aversión a medir los resultados y eso nos impide mejorar.
DNI
Nació en Madrid en 1960. Concluyó la carrera de Biología en la Universidad Complutense en 1983, y el doctorado en Cambridge en 1988.
Ha dirigido el Museo Nacional de Ciencias Naturales (1997-2002) y ha sido directora adjunta de Educación (2015-17) y directora del Centro de Competencias (2017-19) en la OCDE.